La incertidumbre en cuanto a lo que nos pasa hace que nuestra vida se desanime, que el tiempo se detenga y lógicamente surja la pregunta. ¿Hasta cuándo?
Muchos de nosotros aun siendo cristianos de muchos años hay momentos en nuestra vida en los cuales nos preguntamos hasta cuándo tendremos que soportar esto.
Esta situación no es más que una alteración emocional muchas veces muy diferente a la realidad que podemos estar viviendo.
David se estaba dejando llevar por las emociones del momento. El exclamaba hasta cuando Dios mío me abandonaras. 13: 1 “¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?” pero también había momentos donde el consideraba que Dios nunca lo abandonaría. Salmo 27: 10 “Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.”
¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?” pero también había momentos donde el consideraba que Dios nunca lo abandonaría. Salmo 27: 10 “Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.”
Había momentos donde David se sentía desprotegido. V 4 “Para que no diga mi enemigo: Lo vencí.
Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.” pero también había momentos donde consideraba que todo le salía bien. V 6 “Cantaré a Jehová, Porque me ha hecho bien”
Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.” pero también había momentos donde consideraba que todo le salía bien. V 6 “Cantaré a Jehová, Porque me ha hecho bien”
Como evitar esos estados de ánimo depresivos.
1. No te dejes influenciar por lo que hacen los demás. 12: 2 “Habla mentira cada uno con su prójimo;
Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.” el mundo no puede ser como nosotros queremos que sea. Debemos entender que el mundo es como es y punto. El transformar al mundo le corresponde a Dios tu yo lo único que hacemos es tratar de llevar a le gente al conocimiento de Dios.
Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.” el mundo no puede ser como nosotros queremos que sea. Debemos entender que el mundo es como es y punto. El transformar al mundo le corresponde a Dios tu yo lo único que hacemos es tratar de llevar a le gente al conocimiento de Dios.
2. No pretendas que todos a quienes le compartes se convierten a cristo. O que todos estén de acuerdo con lo que haces o piensas. 14: 1 “Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.”
Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.”
3. No seas juez sobre el comportamiento de los demás. 14: 3 “Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” cuando nos dejamos dominar por la ansiedad consideramos que todos son malos y hacemos que otros piensen lo mismo. Romanos 3: 10-12 “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 3:11 No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. 3:12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”
El pensar que nadie merece lo bueno hace que vivamos en un mundo de desconfianza de los unos a los otros. El mantenernos siempre exigiendo a los demás hace que constantemente nos preguntemos: ¿Hasta cuándo? Hasta cuando tengo que soportar a ese esposo(a) a esos hijos, a esos padres. Etc.
4. No creas que eres el único bueno o el único que puede hacer las cosas. El sentirte solo hace que te deprimas con facilidad. Romanos 11: 3-4 “Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme. 11:4 Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.”
5. Evita pensamientos negativos. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
6. No creas que todo está perdido. Jesús tuvo que pasar momentos difíciles pero él también nos enseñó que con esfuerzo se puede triunfar. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
7. Deja tu ansiedad en Cristo. No importa cuántas técnicas antidepresivas conozcas Jesucristo es el único que nos quita toda depresión. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
No dejes que las dificultades de este mundo te lleven a la desesperación. No permitas que los problemas te hagan dudar de la presencia y de la protección de Dios. Jesucristo siempre está con nosotros en todo momento.