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viernes, 2 de enero de 2015

Conócete a ti Mismo. Salmo 17

David no solo clamaba él sabía muy bien quien era. Esto le permitía poder hablar de manera abierta y sincera con Dios. 
La base para lograr éxito en todo lo que emprendamos es el conocerse así mismo. Las personas que no se conocen por lo general están propensas a tener una vida de fracaso.
David no es que fuera engreído en muchas de las cosas que habla con Dios. David simplemente está dando a entender lo mucho que se conoce él sabe con claridad quien era antes, quien es ahora y qué es lo que hace.
Como conocernos a nosotros mismos.
1. Estar conscientes que lo que hacemos está bien. V 1 “Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.” el saber que lo que hacemos está bien no significa que nos tengamos que enorgullecer o creernos mejor que los demás.
2. Saber de qué eres capaz. V 2 “De tu presencia proceda mi vindicación; Vean tus ojos la rectitud.” debemos saber que si nos lo proponemos podemos ser íntegros ante Dios y ante los demás.
3. Conocer tus debilidades pero también tus fortalezas. V 3 “Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste; He resuelto que mi boca no haga  transgresión.” A muchas personas les cuesta valorarse solo ven en ellos defectos. Haz un ejercicio toma un papel y un lápiz y escribe 20 cualidades tuyas, en que cosas tu eres bueno(a).
4. Saber con quién te juntas. V 4 “En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios
Yo me he guardado de las sendas de los violentos
.” las personas que se conocen así mismo también conocen a sus amigos. No se juntan con personas que no le puedan ayudar a conseguir lo que se han propuesto. Las personas con las que andas son ayuda o estorbo.
5. Saber que te gustaría hacer. V 5 “Sustenta mis pasos en tus caminos, Para que mis pies no  resbalen.” solo cuando uno sabe que es lo que quiere hacer puede avanzar y esforzarse por lograrlo. Saber que me gusta hace que no me desvié del camino correcto.
6. Estar seguros de que Dios si nos escucha. V 6 “Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;
Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra
.” es difícil amar a un Dios que consideramos está muy lejos de nosotros.
7. Conocer cuáles son nuestros impedimentos para lograr lo que queremos. V 13-14 “Levántate, oh Jehová; Sal a su encuentro, póstrales; Libra mi alma de los malos con tu espada, 17:14 De los hombres con tu mano, oh Jehová, De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, Y cuyo vientre está lleno de tu tesoro. Sacian a sus hijos,” nuestros enemigos muchas veces no son los de afuera, son nuestros propios complejos y temores.
Algunas preguntas que nos podemos hacer para conocernos mejor.
1. ¿Me gusta lo que hago? Cuando uno ama lo que hace se siente bien, lo disfruta y sobre todo lo hace bien.
2. ¿Por qué lo hago? Si lo haces solo por complacer a los demás pronto te vas a cansar. Si lo haces solo por interés pronto encontraras algo mejor y lo abandonaras.
3. ¿Para qué lo hago? Si lo haces simplemente para suplir una necesidad o porque te toca. No vas a rendir lo suficiente como para llegar a ser el mejor.

Solo si nos conocemos a nosotros mismos podemos derribar cualquier impedimento que se nos presente en el camino al éxito. El hombre cuando está acompañado posiblemente no sea tan sincero como cuando está solo en la intimidad de sus pensamientos.